El general en retiro Romeo Vásquez Velásquez, quien lideró el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, sigue siendo un fugitivo después de ser acusado por la Fiscalía de homicidio y tentativa de homicidio. Las acusaciones están relacionadas con los acontecimientos del 5 de julio de 2009, durante el fallido regreso al país del exmandatario Manuel Zelaya. La situación ha provocado un debate en el ámbito público y mantiene el enfoque en el proceso judicial y las respuestas tanto de Vásquez como de las autoridades.

Proceso judicial y respuesta de Romeo Vásquez

El caso judicial contra Romeo Vásquez se agravó con la nueva valoración de los crímenes por la Corte de Apelaciones, cambiando de homicidio y tentativa de homicidio a asesinato y tentativa de asesinato. Esta resolución resultó en la anulación de su arresto domiciliario y la emisión de una orden de prisión preventiva. La Fiscalía afirma que Vásquez está implicado en los hechos ocurridos el 5 de julio de 2009, durante los disturbios por el intento fallido de regreso de Manuel Zelaya a Honduras.

El abogado Fernando Gonzáles ha indicado que Vásquez no se presentará ante las autoridades, afirmando que la situación es una persecución política del actual gobierno. Además, Gonzáles comparó la situación de su cliente con la de otras personalidades como Rixi Moncada y Enrique Flores Lanza, quienes, en su opinión, no enfrentaron la justicia en escenarios similares. Por su parte, Vásquez ha publicado mensajes donde argumenta que es víctima de una táctica de represalia y hace un llamado a los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para que no obedezcan órdenes que considera injustas.

Recompensa, búsqueda y repercusiones sociales

Las autoridades hondureñas han intensificado la búsqueda de Romeo Vásquez, ofreciendo una recompensa de 3.5 millones de lempiras para quien aporte información que facilite su captura. A pesar de la ausencia de Vásquez en el proceso judicial, el caso avanza y sigue generando opiniones divididas en la sociedad hondureña. Mientras algunos sectores lo consideran responsable de los hechos por los que se le acusa, otros lo perciben como víctima de una persecución política.

Desde un lugar secreto, Vásquez emitió una carta abierta dirigida a sus «compañeros de armas», instándolos a proteger la Constitución y la democracia, y no a los partidos políticos. Esta posición ha perpetuado el debate sobre el rol de las Fuerzas Armadas y la legitimidad de las órdenes en situaciones de alta tensión política. El caso de Romeo Vásquez sigue siendo un referente en la conversación sobre justicia, persecución política y el papel de los militares en la historia reciente de Honduras.