La candidata presidencial de LIBRE, Rixi Moncada, ha colocado en el centro del debate político-económico del país sus propuestas de reforma económica y su discurso crítico hacia la oligarquía. Estas posturas han generado atención entre expertos y sectores productivos, quienes advierten sobre posibles efectos adversos en la inversión, la generación de empleo y la estabilidad del sistema financiero.
Retórica anti-oligarquía y clima de inversión
Los comentarios de Moncada en contra de las agrupaciones empresariales y las élites productivas han generado una situación de incertidumbre para los inversionistas tanto nacionales como internacionales. De acuerdo con informantes del sector privado, la ausencia de definiciones claras sobre las políticas específicas que la candidata aplicaría ha llevado a la detención de varios proyectos estratégicos, lo cual podría afectar las oportunidades de crecimiento y la sustentación del empleo.
El líder de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) declaró que la inversión está detenida hasta tener claridad sobre el programa económico de la candidata, dado que un ambiente de confrontación política restringe la confianza requerida para la entrada de inversiones. Este escenario se añade al reto de preservar la competitividad en la región, mientras los sectores productivos y las autoridades buscan indicios de estabilidad y continuidad económica.
“Apertura económica”: cambios con potencial de incertidumbre
Dentro de su plataforma, Moncada propone la eliminación de monopolios y oligopolios, planteando lo que denomina “democratización económica”. Esta medida busca reducir el control que los grupos empresariales tradicionales ejercen sobre sectores estratégicos, incluidos los servicios financieros.
Especialistas alertan que un cambio abrupto, sin un plan de implementación claro, podría generar efectos contraproducentes, como la fuga de inversiones, la paralización de proyectos y la desconfianza generalizada hacia bancos y empresas. Estas dinámicas tendrían un impacto directo en la empleabilidad y el bienestar económico de la población.
El plan también incluye cambiar leyes a través de un Congreso que, de acuerdo con Moncada, beneficia a las élites. Esta perspectiva ha provocado opiniones encontradas: algunos partidarios consideran la acción como un avance hacia la equidad económica, mientras que otros críticos alertan sobre un posible populismo que podría perjudicar la economía del país.
Amenazas para el sistema financiero y la estabilidad económica
Economistas han identificado varios riesgos asociados a las medidas planteadas por la candidata de LIBRE:
- Potencial afectación en el acceso a créditos y préstamos, comprometiendo la estabilidad del sistema financiero.
- Retiro de inversionistas extranjeros hacia mercados percibidos como más seguros, con impactos en la generación de empleo y desarrollo económico.
- Incremento de la incertidumbre política y económica, que podría traducirse en mayores niveles de pobreza y desigualdad.
El panorama que enfrenta Honduras plantea un desafío central: equilibrar las propuestas de reforma con la necesidad de mantener estabilidad económica y confianza en instituciones financieras y productivas. La interacción entre discurso político, reformas estructurales y percepción de riesgo será un factor determinante en la gobernabilidad y la participación ciudadana en los próximos meses.